Proceso de descomposición
Los residuos se descomponen por la acción de los mIcroorganismos. Residuos de cosecha, tierra común y harinas de distinto origen son apropiados para la descomposición sin tratamiento previo por su fina estructura.
Los microorganismos funcionan mejor con temperaturas favorables, adecuado nivel de oxigeno (aireación)y humedad, con la presencia de nutrientes elementales, especialmente nitrógeno.
Tiempo necesario
El tiempo de maduración depende de los tipos de materiales y de las condiciones del medio ambiente. Los residuos más suculentos pueden descomponerse entre tres y seis semanas. Los residuos más secos y maduros requerirán de dos a cuatro meses.
El compost será el adecuado cuando los productos tomen color marrón oscuro y se rompan fácilmente.
La incorporación de materiales suculentos o con alto contenido en proteínas, puede producir malos olores. Se sugiere añadir una capa de 1 cm de tierra cada 6 cm de residuos, con ella inoculamos al compost con los microorganismos que existen en el suelo, para acelerar la descomposición.
Removiendo la pila dos o tres veces a la semana aceleramos la descomposición debido a una mayor aireación y mejor distribución de la humedad.
El compost puede no utilizarse en el momento óptimo. Puede seguirse compostando añadiendo material nuevo.
Técnicamente, cualquier vegetal puede compostarse. Lo ideal son las hojas, pero también los restos de comida, viruta, aserrín, fibras vegetales, heno y otros desperdicios vegetales y de cocina, pueden utilizarse tallos, ramas…
Cuando se realiza la remoción puede añadir nuevo material en el cajon. Si está muy húmedo se le puede agregar material seco, y si está muy seco, se debe regar cuando se realiza esta tarea.
El producto final se puede zarandear para uniformarlo y facilitar su distribución manual o mecánica.
El compost puede utilizarse como material de cobertura o “mulching” incorporándolo al suelo o utilizarlo en almácigos y macetas.
El gran valor del compost radica en el reciclado y aprovechamiento de los residuos.
Básicamente, el compostaje es un proceso de desintegración. Los materiales bastos o groseros, por acción de los microorganismos, se tornan más finos considerándolos como enmiendas para los suelos. En este proceso se pierde mucha energía en forma de calor, su volumen se reduce mucho y hay pérdidas apreciables de algunos nutrientes por “lavado” o infiltración y en forma de gas amoníaco.
Si el compost no será utilizado para lombricultura, y se desea utilizarlo directamente una vez maduro, no es aconsejable utilizarlo para almácigos sin antes haberlo desinfectado, por el peligro de transportar patógenos que producen enfermedades como el dumping off (mal de los almácigos).